En la obra hay una rica
variedad de tonos y gradaciones que crean una visión cromática rica, cálida y
suave. De este especial cromatismo surge y sobresale la luz, alma de este
paisaje . Con ella, con la luz, que alarga
y vaporiza el horizonte, y con ella, jugando o contraponiendo luces, se
logra esta atmósfera fantástica y atrayente por su luminosidad, enriquecida con
veladuras y evanescencias. lo inmaterializa , haciéndola irreal, idealizada. La
idealización de un paisaje vivo, casi dotado de movimiento y cargado de
connotaciones oníricas.
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